Ciclistas apuestan por una ciudad más humana
Diciembre 2013
Por: Génesis Méndez Alzolar
A pesar de que la lista de colectivos
cada vez parece extenderse más, sus miembros aún están conscientes de
que “están en el mismo son”, indica Valera. Con ello en cuenta, el
pasado 21 de septiembre, un grupo organizador integrado por
representantes de Cicloguerrilla urbana, Bicimamis, Biciaventuras,
MRCU, Ciclo Unión, Al trabajo en bici, Cicloturismo Venezuela y Tribu
Pedal Caracas, dio pie a lo que fue el Primer Encuentro Nacional de
Ciclismo (ENCU 2013), una muestra de la consistencia del movimiento en Caracas.
La movida toma fuerzas
Foto: Luiso Jipi |
El ciclismo urbano no se trata de moda, ni de deporte. Los jóvenes pujan por incluir este vehículo dentro del sistema de transporte público caraqueño. “La ciudad puede moverse en bicicleta”, afirman.
Por: Génesis Méndez Alzolar
En los últimos dos años en Caracas, la
bicicleta se ha convertido en el símbolo de aquellos jóvenes y no tan
jóvenes que apuestan por una mejor ciudad. Aquellos que quieren
transformar la imagen de la urbe capitalina congestionada, en una por cuyas calles se pueda caminar, o pedalear.
Así, acompañados de ideas como el feminismo,
la comida sana, el respeto al peatón, la buena vida pública, entre
otros, diversos colectivos dispersos en Caracas promueven el ciclismo
urbano como un medio de transporte alternativo que puede “transformar
realidades”, según afirma Manuel Valera, egresado de la Universidad
Simón Bolívar (USB) y coordinador de la Biciescuela Urbana.
“Al principio, la bicicleta era solamente
una forma de divertirme, la agarraba para las rodadas en grupo y ya,
pero cada vez me sumergía más en ese mundo. Al principio uno coloca
muchos peros, como el tema de la inseguridad, el tránsito, etcétera, más
a medida que practicas, todo se hace más fluido. Es entonces cuando
pierdes el miedo”, relata Daneisec Mendoza, estudiante de la UCV asidua
al movimiento.
Mendoza explica que no se trata solo de montarse sobre la bicicleta, sino que el ciclismo urbano “es un mundo
bastante completo”. Desde los colectivos se aboga por respetar las
señales del tránsito, estar conscientes de los vecinos en la vía, ya
sean carros o motos, y asumir una actitud diferente afuera en la urbe. La idea es demostrar que sí se puede tener un tránsito agradable y
respetuoso, para que la gente se motive y vea a la bicicleta más como un
medio de transporte, no solo como una forma de divertirse.
“Te llevan a un estilo de vida que es
totalmente distinto al que estamos acostumbrados, uno que está más cerca
de la felicidad. Ellos hablan de un mundo alterno que se va a esa parte
humana de la ciudad”, relata Daneisec.
Por su parte, Manuel Valera, de la
Biciescuela, explica que el movimiento del ciclismo urbano ha visto un
camino largo, aunque no tanto como esperaban. La recepción ha sido
excelente, afirma. Muchas personas han tomado la bicicleta por sí mismas y el
movimiento ha tomado diversas identidades.
”Ya no es la idea de un solo colectivo.
Más bien, unas iniciativas dan pie a otras. Cada quien pone su granito
de arena. Cada quien le imprime su esencia a la bicicleta”, señala
Valera.
De esta manera, en la capital se han articulado diversos colectivos de ciclistas. Algunos, como Bicimamis, se agrupan por género; otros, como Bicicaricuao, por zona, y unos cuantos por partido político, como el Movimiento Revolucionario de Ciclismo Urbano (MRCU).
A propósito de este último, Valera
explica que los colectivos como tal tratan de ser lo más objetivos
posible y de no partidizar. “Aunque hacemos política, el reto es no caer
en la propaganda”, asegura, en tanto una de las metas principales es la
de hacer frente a “la maquinaria monstruosa del carrocentrismo”.
La movida
Dicho evento se prolongó por una semana y constó de cine-foros, conversatorios, exposiciones fotográficas, conferencias, propuestas
para las autoridades competentes y una rodada masiva que registró una
participación de más de 500 ciclistas, nunca antes vista en la capital.
Sin embargo, lo anterior solo fue la
cúspide de un iceberg, pues durante todo el año las agrupaciones de
ciclistas urbanos se las ingenian para promover sus propuestas a través de la ciudad. Encuentros semanales, clases de ciclismo, una activa presencia en las redes sociales, e incluso una rodada ciclo nudista son solo algunos de los medios que emplean estos jóvenes.
María Campos, una de las coordinadoras de
Bicimamis, explica que este año ha sido contundente en la movida
que inició en el 2011. "Tras un trabajo arduo, los resultados
comienzan a surgir", indica. Además, muchísimas más caras han renovado y refrescado el movimiento, agrega Valera.
Paralelo a lo anterior, el gobierno ha
incorporado algunas iniciativas en los últimos meses. Una de las que
más éxito ha tenido se trata del plan Caracas Rueda Libre,
el cual todos los domingos coloca bicicletas a la disposición de
aquellos que deseen pasar un buen rato, en los circuitos de Los Próceres
y Los Caobos. Pero, si bien esta propuesta acerca las bicicletas a
todos los caraqueños, solo se mantiene en lo recreativo.
“Estos planes promueven el servicio de la
bicicleta como algo alternativo, pero todavía no son un sistema de
transporte público que le permita a la gente reemplazar los viajes que
generan a diario en carro y eso es lo que está faltando”, indica Yeferson Parra, urbanista y líder del proyecto Ruédala Simón,
Caracas sí puede
Parra,
afirma que efectivamente “Caracas puede moverse en bicicleta”, si bien
advierte ante el intento de copiar experiencias extranjeras en la
capital de Venezuela.
En tal sentido, el urbanista explica que para superar el problema de la movilidad en Caracas
es necesario articular un sistema de transporte público en el cual
todos los medios, carros, motos y bicicletas sean incluidos dentro del
mismo plan, pero que, además, deben tomarse en cuenta las particularidades
de la capital como valle, en donde las condiciones geográficas,
topográficas y socioeconómicas no siempre corresponden exactamente a los
modelos foráneos.
Sin embargo, insiste que “mal pudiera
dejarse a un lado la bicicleta, por esa preconcepción de que Caracas no
tiene las capacidades para incluirla. Eso es un cliché que hay que
abandonar, porque se ha demostrado que sí es posible”.
Parra aporta que si bien la bicicleta no
es “la panacea”, una solución milagrosa para los problemas de movilidad
de la ciudad, sí disminuiría de manera importante el número de viajes
que se realizan en carro, así como las horas hombre malgastadas en el
tráfico, la diaria generación de gases, el efecto invernadero y la
congestión vehicular.
Manuel Valera acuerda que “queda mucho
por hacer, pero la bicicleta es un compromiso a largo plazo. Ya es una
idea sostenible, viable, que se va a ir calando cada vez más en la
psiquis, en la realidad del día a día del caraqueño. Ya agarramos
bastante terreno y ahora tenemos que sacarle la chicha”.
Al preguntarle cuál es su motivación el joven egresado de la USB responde con una sonrisa: “cambiar el mundo”.
.
.
———————————————————————-
¿Qué es para ti la bicicleta?
Manuel Valera (Biciescuela urbana):
“La bicicleta para mí es como haber descubierto el Santo Grial. Es como
una fuerza natural desatada. Es como un encantamiento público. Es como
tomar la energía de la Pachamana, para usarla tú. Hay muchas cosas que
son emocionales e inexplicables en palabras. Yo creo que lo mejor es
montarse y descubrirlo”.
Daneisec Mendoza:”Es algo que te aporta muchísima felicidad,
pero no solo la veo como algo que me divierte, como suele pensar la
gente, sino también como mi medio de transporte”.
Maria Campos (Bicimamis): “Es
fuerza. Es cambio. La experiencia de manejar bicicleta para una mujer
es complicada. Tiene muchas aristas. Tienes que enfrentarte a una
cantidad de prejuicios que tiene la sociedad y además tienes que
reencontrarte con cosas que tu no sabías que estaban ahí. Pero la
bicicleta en Caracas me ha permitido ver otro lado de la ciudad más
amable. Hay gente que no conocía, calles que me eran ajenas, árboles que
huelen rico. Ha sido una experiencia buena, pero retadora”.
————————————————————————————–
Comentarios
Publicar un comentario